En todo gimnasio y en ocasiones en más de una sala nos encontramos cintas de correr, normalmente en la sala de fitness ya que con estas máquinas realizamos un ejercicio físico cardiovascular y de resistencia. Es el arma principal para las personas que quieren iniciarse en las actividades físicas y están interesadas en mantenerse en forma.

Las ventajas de utilizar una cinta son varias. Esta es una pregunta que se hacen muchos a la hora de iniciarse, por que correr en un gimnasio o en una cinta, pudiendo hacerlo en la calle.

Al contrario del trote clásico, las cintas de correr permiten ejercer un esfuerzo físico natural que requiere un menor uso de las articulaciones ya que han sido diseñadas para disminuir en un 50 % los choques contra el suelo, con la consecuente disminución de los riesgos de lesiones en los tendones y ligamentos.

Correr en estas cintas es un ejercicio muy sano. Aumenta la fuerza de las piernas y el metabolismo no solamente durante la carrera sino también durante las 8 horas siguientes, facilita la quema de calorías, mejora la capacidad respiratoria y cardiovascular de manera sustancial.

La posibilidad de ajustar la velocidad y la inclinación consiguen un entrenamiento completo en el que el usuario tienen la posibilidad de adaptar la máquina a sus necesidades

Los programas de entrenamiento permiten seguir objetivos específicos en función del estado físico de la persona y de sus capacidades, de esta manera se puede escoger entre usar las cintas de correr como medio para el calentamiento previo antes de otro deporte, o como actividad principal para la quema de grasa siguiendo un plan propio en cuanto a intensidad y frecuencia. Normalmente se utiliza para calentar antes de hacer un entrenamiento para ejercitar la musculatura, pero si nuestro objetivo principal es la quema de grasa, se requerirá mayor tiempo, pero es la mejor arma para conseguirlo.